El arte y destreza de la telegrafía
Para todos aquellos que empiezan en el aprendizaje del código morse, o simplemente se inetersan en el, les dejo un enlace a un libro con consejos muy interesantes, escrito por William G. Pierpont N0HFF traducido al castellano por Jesús Huerta, EA1KX.
Por su interés, a continuación reproducimos parte de la introducción.
El arte y destreza de la telegrafía
Introducción
La investigación dentro de este libro probablemente nunca hubiese sido hecha del todo si no hubiese estado ansioso de aprender el código telegráfico, lo que hizo un terrible fracaso de ello. Me califiqué raspado para una licencia al comienzo de 1930, y durante un tiempo muy largo no podía recibir suficientemente bien para realmente disfrutar usándolo. Como muchos otros en aquellos pasados días, memoricé los “dots y dachs” de una tabla impresa.
Un buen profesor podría haber ayudado, pero … si solo hubiese seguido el siguiente párrafo clave del artículo de la QST de Julio de 1923, habría ido al menos por el camino correcto:“El primer paso en el aprendizaje del código es memorizar las combinaciones de dot y dash representando las letras. No deben ser visualizadas como dots y dachs, no obstante, sino que deben ser “aureizadas”(idealizadas) como sonidos.
No hay tal palabra aureizada, pero si la hubiese debería expresar el método correcto para dominar el código. El sonido dit-dah (significando un punto seguido por una raya) en los audífonos se debería imprimir en tu mente directamente como siendo la letra A, por ejemplo. Este es un punto en el que siempre tienen problemas los principiantes, pero si aprendes desde el principio a reconocer los sonidos como letras inmediatamente sin convertirlos en dots y daches, harás mucho mejor progreso.
Más concretamente: “No intentes enseñar a tus Orejas a través de los Ojos.”
(Wireless Press 1922)No fui el único en hacer este falso primer paso: muchos otros lo hicieron de este modo, también, y probablemente todavía alguno lo hace. Ello fue y es la razón inevitable por la que mucha gente que comienza de este modo se queda clavada en alguna velocidad, alrededor de diez palabras por minuto o menos, y no puede ir más allá.El segundo error, incluso aprendiendo por oído, está en escuchar los caracteres transmitidos tan lentamente que el alumno tiende a analizar cada uno de los dits y dahs, e incluso contarlos mentalmente. (Es por ello ciertamente juicioso para el principiante no escuchar nunca caracteres transmitidos a velocidades por debajo de 13 ppm).Estos dos errores cuentan enormemente para conseguir meterse a velocidades más altas también – ello significa que no hemos aprendido realmente los caracteres.
Hoy, hay disponibles muchas cintas y programas de ordenador que enseñan el código Morse de manera que evitan cometer alguno de esos errores básicos. Este libro ha sido escrito para distribuir los resultados de esta investigación de la literatura -incluye también charlas con operadores diestros- con aquellos que quieren aprender o enseñar el código Morse, o para mejorar sus propias destrezas. Ello principalmente en los métodos que han probado ser más airosos, pero también discute algunos que deben ser evitados. Ofrece una guía para aquellos que están comenzando, y ayuda a aquellos que están clavados y quieren mejorar. También para aquellos que son versados y aquellos que son operadores expertos.